Es el hijo que le ha caído del cielo a Don Juan, o mejor dicho, a Juan Primero. Juan se ocupará de endosárselo, mediante un arreglo con la madre como única salida para que su estricto hijo lo acepte: “Un hermanastro se rechaza; un hijo, a buenas o malas, se acepta siempre”. Juan Segundo acepta por comodidad al ver el buen lugar que le toca para habitar y darse cuenta que los guardarropas de su hermanastro y en caso de heredarlo como hijo, obtendrá el doble de beneficio que como medio-hermano. La aparición de él para Gastón desordena mucho más que la agenda y su vida, lo lleva directo a un feroz ataque de pánico, contracturas, cefaleas y arritmias, lo que sin escala lo hará aterrizar en diván de analista.Es un joven bonito, atrevido, inteligente, rápido, manipulador y mitómano, de espíritu ventajero. Tiene debilidad, como su padre, por las mujeres de cualquier grupo y factor. Es un hábil seductor de adolescentes y madres. Competirá par a par con Don Juan quien más de una vez le gana la partida por aquello de que: “El diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo”. Es atrevido y siempre se mete en camisas de once varas. Su padre le resulta “un grosso” y Gastón , un pelmazo. Es súper hábil para hacer trampas y siempre tendrá “trucos en los bolsillos y ases bajo la manga”.