Mar: ¿Cómo puede ser que alguien llegue a ser a veces lo que llega a ser? A veces ves en lo que se convirtió un adulto y te preguntás ¿Dónde quedó el niño que fue?
¿Dónde quedan los sueños, los juegos de la infancia? ¿Dónde queda la inocencia?¿Cuánto hay en un chiquito del adulto que será?
¿Cuánto hay en un adulto del chiquito que fue? ¿Crecer es dejar de jugar un juego para pasar a jugar otro? ¿Crecer es olvidarte del niño que fuiste? Cuando sos chico el juego es algo muy serio. Cuando sos grande el juego es algo muy serio. Cuando somos chicos jugamos a la mamá y el papá, a la guerra, a la oficina, al doctor… En realidad jugamos a ser grandes. Nos enseñan a jugar un juego, pero cada uno lo reinventa a su manera. Continua...
¿Esos juegos de la infancia son algo así como nuestros ensayos de la vida futura? ¿Cuándo somos grandes por qué jugar es algo negativo? ¿Por qué miramos mal a alguien que juega con la otra persona?
Cuando sos chico los juegos no tienen consecuencias. Terminas de jugar, los juguetes vuelve a la caja y el soldadito que murió en la batalla mañana sirve para otra guerra. Pero cuando sos grande el resultado del juego es definitivo.
Ser grande es jugar un juego que parece conocido, pero no lo es. En un juego hay reglas, siempre, no existe un juego sin reglas. Es imposible jugar sin ellas. Pero cuando el juego deja de ser un juego de chicos ¿Es posible querer jugarlo con las mismas reglas? ¿No es eso ser infantil? Para un nene jugar es desear, soñar. Para un adulto a veces vivir es obsesionarse con que la vida sea como la soñaste, jugando.
El nene que juega se entrena. Juega a resolver conflictos, acumula recursos, arma su caja de herramientas. Jugar es ensayar, es explorar los limites, las posibilidades de lo que llegaremos a ser.
Cuando sos chico y termina el juego todos los soldaditos vuelven a la caja y mañana sigue. Cuando sos grande fin de juego significa fin de juego.