Por otro lado, en la Urbe, le han devuelto el puesto a Luz, que conserva sus funciones, pero debiendo atenerse a las órdenes que ellos le dan.
Ella intenta resistirse pero no le queda opción que acceder, la utilizan como “cara visible” del poder que ellos, ahora manejan, hasta que se realicen las elecciones democráticas.
Simón lleva adelante el plan diseñado por Jay, él deberá convertirse en caballo de Troya dentro del NE, con los chicos, luego de que Thiago lo desmaye, negándose a matarlo. Un tiempo más tarde, Thiago le envía un informe al Profesor, quién se ha ido, sin decir adonde, pero dejando encargado que le vayan reportando todo lo que suceda. Continua...
Thiago le informa que Simón ha accedido a permanecer en la Guarida, portando una tobillera que lo mantiene monitoreado, para prevenir cualquier tipo de “flaqueza”. El NE, poco a poco, se fue transformando en Mandalay, cambiaron la decoración y el plan de estudios, los alumnos volvieron a clases, y Rama, como profesor, da lecciones sobre pensamiento lateral.
Tierra Prometida decidió quedarse y se transformó en una suerte de mano derecha de él. Se han despedido de las comodidades, ahora todos, instalados en el ex NE, hacen todo y se reparten tareas para llevar adelante el lugar.
Valeria decidió cuidar de Simón en la guarida y Jazmín también se instaló allí para tomar distancia de Tacho y evitar conflictos. Luz, por su parte, se muestra evasiva a develar dónde se encuentran los verdaderos padres de Alai, no responde a presiones, ni insistencias.
Rama continúa obsesionado con saber desde dónde se conecta Kika para comunicarse con él, vía chat. Tierra lo ayuda, salen a rastrear de qué computadora vienen las señales de Kika. La señal los lleva hacia una casa, allí ven, por la ventana de una habitación, una computadora conectada. Rama se tensa, siente que está muy cerca de Kika.
Simón, por su parte, tiene conversaciones con Jay, aunque los demás no pueden verlo. Todos registran ese extraño comportamiento de Simón, sospechan que habla con Jay, saben del plan de Jay de enviar a Simón como caballo de Troya.
Por otro lado, Teo logra dar con la grabación de los guardias, del día que irrumpieron para secuestrar a Alai, confirma que los padres son Tacho y Jazmín, quienes, por error ven las imágenes de sí mismos en el nacimiento de Alai. Tacho se conmueve ante la verdad e, impulsivo, va en busca de Alai y la abraza, fuertemente, ante la emoción de todos.