Thiago: La garganta se me cierra, se me seca la boca, el estómago se me revuelve, quiero hablar pero no me salen las palabras.
El mundo se me cayó a pedazos, todo perdió sentido, ya no sé qué hacer, no sé qué decir, no sé qué sentir. Me pasó de todo en la vida, sufrí mucho, pero hasta hoy creo que nunca había conocido el dolor.
Descubrir que mi padre era un explotador fue duro, un gran dolor, un dolor que no podía poner en palabras. Odiar y amar a mi padre a la vez era una sensación desesperante. Ver morir a mi padre en mis brazos pidiéndome perdón fue demoledor, un perdón que no alcanzó, un dolor que siempre está ahí.
La medida del dolor es el amor, no hay dudas, mas amas, más grande es el dolor. Descubrir que era hijo de Juan Cruz, un fantasma que nos torturó por años, fue un gran dolor, una herida que todavía no cicatriza.El dolor. Uno haría lo imposible por no sentir dolor. No es el odio, no es la maldad, no es la injusticia lo que hace sufrir. Lo que duele es el amor.
El dolor, la maldad y la injusticia de los que amas, eso es lo que duele, pero duele con un dolor que mata.No amar, no sentir, incluso odiar, es lo único que puede apagar este dolor.