“Trabajar en Casi Ángeles era mi destino”.
En la tira, el actor interpreta a Simón y en la vida real está de novio con Rocío Igarzabal, la actriz que hace de Valeria. Pablo tiene 20 años y no había pensado en actuar, hasta que Cris Morena lo descubrió y le ofreció el papel. Su historia y toda sus intimidades en una charla a fondo.
Es de Gonnet (una ciudad cercana a La Plata) y hoy por exigencia laboral vive solo en Núñez. Claro que algunos fines de semana vuelve a la casa de sus padres para no extrañar.
Además, está en 3er año del profesorado de educación física, aunque este año no está cursando. Su mamá lo traía a la Capital a aprender tenis desde los 14 años. A los 18 se recibió de profesor y comenzó su momento como instructor. Fue así que uno de sus alumnos lo llevó a un casting que lo acercó a esta aventura de la tele y del teatro, y de allí al reconocimiento popular.
Luna Teen - ¿Cómo fue eso de la propuesta de casting?
Pablo - Fue una situación muy divertida, en un asado, en el club con todos los profes y alumnos de tenis. De pronto “El Negro” me dice: “A ver Pablo, cantate el feliz cumpleaños”. Yo no entendía nada porque además estábamos frente a un montón de gente. Primero me negué a hacer el ridículo pero después me arriesgué y canté y el me respondió: “Ah, cantás horrible!, igual era para ver si te animabas”. Luego nos explicó a mí y a otro chico que nos quería presentar para un proyecto de Cris Morena, que él creía que podíamos entrar y que quería presentárnosla. Fui, la conocí, di el casting y a los 4 días me avisaron que había quedado seleccionado para el segundo año de Casi Ángeles. Por supuesto que después vino un taller de 5 meses de preparación junto a 9 chicos y 10 chicas, al que Cris iba permanentemente seleccionando en un proceso de eliminación y, cuando quedábamos poquitos se hicieron las pruebas de cámaras que dieron como resultado el papel de Simón.”